viernes, abril 11, 2008

Mudanza



Amables lectores,

confío disculparán que haya sido tan pésimo anfitrión durante estas últimas semanas.

Una épica mudanza triple me ha tenido totalmente ocupado y alejado de las teclas del ordenador.
Nada más y nada menos que tres camiones cargados hasta la bandera de recuerdos, libros, discos, películas, cuadros, correspondencia, artículos decorativos, dos maletas llenas de ropa, trastos y algún que otro mueble.

Mis señores padres y mi hermano Mijail von Lev (acompañados de cuatro gatos y una tortuga) se han instalado en Sant Feliu de Guíxols (su hogar definitivo después de dar bastantes vueltas) huyendo del mundanal ruido y de los desorbitados alquileres.

Maximilian von Czernowitz y un servidor (urbanitas irredentos a pesar de la invivible Barcelona), proseguimos nuestras actividades en un pequeño despacho sito en la Diagonal.

Ni los forajidos del ladrillo, ni los paletos que ocupan nuestro consistorio y Generalitat, ni el avance imparable del franquiciado, ni la pérdida galopante de identidad condal, ni las hordas coloradas, ni el cierre masivo de los mejores locales de ocio, ni las despedidas británicas de soltera y los gilipollas subidos en una bicileta conseguirán echarnos de nuestra ciudad natal.

En mi condición de cinéfilo a ultranza, deplorar la muerte en tan breve espacio de tiempo del gran Azcona (los muertos no se tocan, nene), del magistral director Jules Dassin, y de dos tremendos actores como Richard Widmark y Charlton Heston (quien no se lo haya pasado en grande con Ben-Hur o Cuando ruge la marabunta que tire la primera piedra).
Se van los mejores.

Par superar tan duro golpe, les emplazo a la sesión vespertina dominical (a partir de las 18 h) que ofrecerá el Trío Calaveras en el Minusa Club (Valencia, 166).

¡A las penas, puñaladas!



Un abrazo,

Ivo von Menzel