lunes, marzo 10, 2008

El alud



Y el silencio ha sido tan sonoro que casi era lenguaje.
Karl Kraus

Un periodista bosnio avisaba en los años ochenta del pasado siglo, que si se hubiera juzgado a aquéllos hombres (y mujeres) públicos, que irresponsablemente inundaban los medios de comunicación con mentiras, ataques y amenazas, la guerra no hubiera estallado en los Balcanes.
Desde que el periodismo fue contaminado por la literatura se ha convertido en un púlpito desde el que se lanzan las mayores barbaridades y se prepara el terreno para la acción.
Al igual que en Occidente no sabemos oír las señales que nos envían nuestros cuerpos, hasta que un buen día caemos fulminados en la calle por un ataque, tampoco sabemos oír los tambores de guerra en la lejanía.

Cuando Danilo Kiš definía el nacionalismo como una paranoia hurgaba en la herida de la relación entre palabra y acción.
El nacionalismo basa su discurso en hechos hipotéticos y supuestos (si ellos no hubieran... si aquéllo no hubiera pasado... si nuestra tierra no...).
Sobre esos supuestos se formulan todos sus sueños de futuro, es decir, que su discurso es doblemente fantasioso, aunque no por ello deja de preparar la acción.
Es, por lo tanto, que no se puede dar un nacionalismo civilizado e integrador, como sus propagadores nos quieren hacer creer, pues su único objetivo es el fin de aquello que supuestamente defienden, cueste lo que cueste, arrasando a su paso lo que haga falta, convirtiendo sus sueños en nuestras pesadillas.

Traigo estas palabras a colación porque entre nosotros un húngaro (tenía que ser extranjero) acaba de publicar una serie de ensayos centroeuropeos con el título de Guerra y lenguaje.
Y en el ensayo que da título a este volumen se habla precisamente de la relación entre lenguaje y guerra, de la manipulación del lenguaje y del discurso que arrolla al sentido común y de aquéllos pocos que no quieren entrar en ese juego.
Adan Kovacsics (Santiago de Chile, 1953), ensayista y excelente traductor del húngaro y alemán, inicia su ensayo hablando de aquéllos que reaccionaron con el silencio al estallar la Primera Guerra Mundial, el 28 de julio de 1914, un mes después del atentado de Sarajevo, ante el entusiasmo casi unánime que suscitaba el enfrentamiento bélico.

Dos de los intelectuales que callaron fueron nada más ni nada menos que Walter Benjamin y Karl Kraus.
Cito a Kovacsis referiéndose a este último:
"El mutismo no se debía tan sólo al espanto y a la indignación, ni a las trabas, vejaciones y castigos que habría podido sufrir de las autoridades por manifestarse contrario a la guerra, sino sobre todo al hecho de que se había producido una avalancha de un determinado lenguaje, que exigía una respuesta precisa.
Expresarse en contra sin más no era tal vez la fórmula adecuada.
Habría significado añadir una voz más al discurso.
La percepción a la que se debía el silencio era que hasta el eje de la lengua se había movido.
Callar debía definirse, en consecuencia, como la respuesta de quien se apartaba ante el alud."

La argucia del nacionalismo consiste en convertir, en asumir como normal lo anormal.
Supuestamente en el País Vasco se dan las condiciones democráticas para convocar un referéndum por la independencia, ¿pero en qué país europeo los trabajadores de los peajes, los jardineros de los ayuntamientos o los profesores universitarios necesitan de guardaespaldas?
Toda persona tiene derecho a utilizar su lengua materna, pero ello no es óbice para que en nombre de esa lengua se tergiversen datos históricos, los ríos nazcan y mueran de repente en un mismo país o todo un pueblo haya luchado contra el fascismo sin fisuras.
La mentira entra así en el discurso público y lo contamina todo.

El 19 de noviembre de 1914, en su ponencia titulada En esta gran época, que pronuncia en la sala Media de la Konzerthaus de Viena, y que es una feroz denuncia de la alianza entre escritura y guerra, Kark Kraus sentencia:
"Quien alienta las acciones, profana la palabra y la acción, es doblemente despreciable.
La vocación a ello no se ha extinguido.
Los que ahora nada tienen que decir, porque la acción tiene la palabra, siguen hablando.
Quien tenga algo que decir, ¡que dé un paso adelante y calle!".

[Mientras escribo estas líneas la organización mafiosa ETA acaba de atentar.
El escritor y periodista Jorge M. Reverte ha escrito unas valientes palabras al respecto, de las que quisiera destacar unas líneas:
"...Mondragón-Arrasate es, en cierta manera, la perfección del soñado mundo del nacionalismo vasco, el piso piloto.
Ese mundo donde se aúnan el ingenio de la raza, su capacidad creativa, su inmensa fortaleza de espíritu, con la creencia en la superioridad mítica.
Allí, antes de que hubiera industria, crecían valerosos vascones que cazaban osos y se los comían junto con su familia en un entorno idílico que cantan hoy los subvencionados escritores en euskera.
Después llegaron los españoles y destrozaron la Arcadia feliz.
Pero los vascos originarios supieron imponerse a la insoportable modernización y se hicieron los mejores y más competitivos de todos los habitantes del continente europeo, en el que eran los más antiguos, aunque consiguieron escaparse de enfermedades tan groseras como la romanización.
(Esta descripción está en los textos básicos del nacionalismo vasco, no es una invención del articulista).]

Maximilian von Czernowitz

5 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

La sociedad vasca está muy enferma y el tumor es el nacionalismo, una de las ideologías más reaccionarias que existen. Por cierto, ¿cómo pueden existir partidos de izquierda que sean nacionalistas? Es algo que nunca he entendido. El nacionalismo no es más que la burda manipulación política de un sentimiento legítimo de la gente de pertenencia a un lugar, de querer su tierra. No se vota a un programa, se vota un sentimiento y se monopoliza el mismo. El problema radica cuando a este nacionalismo se le une la apropiación de un simbolismo cuyo eje es la lengua y la bandera, un victimismo recalcitrante que busca en un tercero el origen de todos sus males, una manipulación de la historia para que se adecúe a las mentiras oficiales, y en su grado máximo...unas altas dosis de fanatismo y odio inculcados en la socialización de ciertos individuos y colectividades. Ya decía Shopenhauer que los mediocres esconden su mediocridad en la bandera. Lo triste es que, en el fondo, no es más que una pantalla para un negocio de unos cuantos.
Por cierto, ¿por qué ETA no atenta en Francia donde Iparralde no tiene ningún tipo de autonomía y Hemoalde es casi un estado? La respuesta es: el estado de derecho. La mafia etarra sabe perfectamente que, gobierne quien gobierne, el gobierno francés nunca aceptará que ETA sea un interlocutor político. Y no confundamos, Aznar y Felipe (el de los GAL) negociaron en término de abandono de armas a cambio de salida escalonada de presos, no entró en negociaciones políticas como ZP. El único diálogo posible es el primero. El segundo significa legitimar los asesinatos, secuestros, extorsión y el tráfico de drogas y armas de ETA. No cabe otra salida que el estado de derecho, la aplicación de la Ley. Si ETA cree que el gobierno español puede volver a negociar políticamente, seguirá matando. La debilidad del estado es una victoria de la mafia etarra.
Me gustaría ser optimista, pero cuando uno ve la deriva nacionalista del PSC o PSE (incluso de ICV) por intereses puramente partidistas que posibiliten su permanencia en el poder, se da cuenta que para algunos es preferible la poltrona que acabar con ETA. Luego saldrán los de siempre a hablar de "diálogo", pero no cabe concesiones políticas a una organización criminal, mafiosa y asesina como ETA, porque no es un interlocutor político. Euskadi tiene su propio parlamento. Pero el problema persistirá mientras el negocio siga generando dinero.
Además, si quieren un referéndum, aceptarían que Álava se independizara de Euskadi (existe una mayoría no nacionalista.)Y en Vizcaya es posible que hubiera un empate.
Por último un dato: Euskadi recibe 1,4 euros por cada euro que da al estado.

1:07 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

A mí me parece perfecto que haya gente que opine que el País Vasco siga siendo España, y tambien que haya gente que desee su independencia y gobierno propio pleno. No veo problema en uno u otro caso. El tumor maligno es la Eta, que no se representa más que a sí misma y a un grupito más y que yo diría que tiene más de negocio que de otra cosa ¿Cómo hablan sino de "liberados" para referirse a pistoleros a sueldo, como el que parece que el otro día liquidó a Isaías?

6:43 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

La violencia debe ser erradicada. A veces es de carácter nacionalista, bien por grupos que desean independizarse por la vía de la violencia , bien por grupos o Estados que desean evitarlo a toda costa, bien por cuestiones étnicas.
Dicho esto, lo que no puede ser es la clasificacion siguiente :

.- Las naciones registradas en la ONU no son nacionalistas.

.- Toda nación que desee incrementar la lista con su nombre es nacionalista ( aunque pretenda hacerlo de manera democrática y bajo referéndum).

Habría que definir la palabra nacionalista de una vez por todas. Yo la percibo como peyorativa y no entiendo como hay partidos que se autoaplican ese calificativo, aunque, desde luego , en el caso vasco y dados los orígenes etnicistas (Arana) del PNV, algo de eso hay.

En el caso de ERC (R.I.P.), por ejemplo, siempre han manifestado que son independentistas y no nacionalistas. De hecho, pudieron optar por aupar a la presidencia al Sr.Artur Mas i Gabarró, catalán de socarrel, y en su lugar auparon al hábil Montilla, que mantiene a mucha honra su José sin traducir, que llegó de Andalucía en su juventud y que habla un catalán más que deficiente. Si esa es una decisión nacionalista....Primaron aspectos de polítca social antes que aspectos soberanistas y aparcaron la independencia para , según ellos, "más adelante,cuando se dieran las condiciones". Y encantados todos con don José, del que nadie cuestiona su legitimidad. Otra cosa es que no guste. Esto no creo que fuera posible de ningún modo en el País Vasco (y no entro en analogías, que son difíciles) puesto que allí sí hay nacionalismo. Como tambien lo hay en sectores catalanes y en sectores españoles ( en buena parte del PP, diría yo).

A mí, lo que me parece fatal son tres cosas :

1.- El uso de la violencia. Esto por encima de todo.

2.- El intentar imponer la independencia aún cuando sea un deseo minoritario.

3.- El intentar impedir la independencia aún cuando sea un deseo mayoritario.

Lo que no pude ser es mezclar el vil asesinato por parte de unos hijos de la gran puta con cualquier aspiración soberanista y meterlo , de algún modo, todo en el mismo saco.

7:08 p. m.  
Blogger Ivo von Menzel ha dicho...

Buenas tardes,

creo que cabría añadir que el cáncer se propaga inclemente empujado por bochornosas formaciones políticas como EHAK y ANV (portavoces en la sombra de la banda de sicarios).
Desgraciadamente, sus votantes no son un grupito.

Si el ideal nacionalista es que se viva como en Mondragón, Hernani u otros feudos batasunos(con miedo, impotencia, silencio, violencia, asco, recelo, aprensión y amargura), Dios nos coja confesados.
Sobrecogedores los testimonios de amigos y vecinos de Isaías Carrasco (aterrorizados, lamentaban su pérdida, pero ninguno de ellos se atrevía a condenar abiertamente a la maldita banda asesina).
Escalofriantes revelaciones.
La pura y dura ley del silencio.
Si ese es el sueño nacionalista, me despierten lo antes posible de esa repugnante pesadilla.

Cordiales saludos,

Ivo

7:12 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Soy el anterior anónimo y le confirmo que , en efecto, ese es el horroroso sueño nacionalista radical VASCO, que hay además quien lo defiende con la violencia más traidora y rastrera. Ayer se suspendió el minuto de silencio por el asesinato de Isaías en el campo del Bilbao al ser interrumpido por energúmenos.
Sólo digo que , a partir de esa infamia, deber irse con sumo cuidado al calificar cualquier cosa como "nacionalismo" (o bien clarificar ese término) al mismo nivel, así como confundir la defensa de las legítimas y pacíficas aspiraciones soberanistas que haya en otras partes.
Por ejemplo, si Escocia se separa del Reino Unido mediante referéndum, pues tan tranquilos ¿no?

7:45 p. m.  

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